Una vez que se han determinado las funciones, las fallas funcionales, los modos de falla y los efectos de en cada sistema analizado, el próximo paso en el proceso del RCM es preguntar cómo y cuánto importa cada falla.
Identificar y clasificar las consecuencias es muy importante al analizar los activos, ya que el objeto principal del RCM no es sólo manejar las fallas o modos de falla en sí, sino las consecuencias que estas fallas pueden ocasionar sobre la organización si ocurrieran.