El proceso de cambio por el que atraviesa Latinoamérica como parte de la apertura económica, exige mayor productividad, por eso las áreas de mantenimiento deben ser administradas con una perspectiva gerencial, lo cual puede lograrse mediante la implantación de adecuados esquemas de gestión del mantenimiento.
De esta manera, la gestión del mantenimiento es un instrumento que permite conjugar conceptos mediante la aplicación de técnicas de ingeniería y estrategias que otorgan un margen de contribución a las utilidades de cada empresa.
Las técnicas aplicadas al mantenimiento han evolucionado y se han implementado nuevas herramientas básicas: los sistemas de información (para la toma de decisiones sobre aspectos técnicos y económicos), programas de mantenimiento, control de trabajos, diagnóstico de condición de equipos y estadísticas de comportamiento y falla.
Estas propuestas implican un cambio en la actitud de la dirección de las empresas, así como del personal responsable del mantenimiento, conllevando a una revisión y adecuación de la gestión organizacional y administrativa al interior de las áreas de mantenimiento.